Como la mayor parte de los datos recogidos en una investigación son de tipo cuantitativo, nos aparece inmediatamente que el recurso visual más adecuado es la variación de tamaño (ancho o alto) de una misma forma (rectángulo o "trozo de torta"), ya que es el único que permite traducir con exactitud cantidades.
Sin embargo, son más los factores visuales que podemos y debemos manipular: recordemos que las figuras gráficas responden a la combinación de seis factores:
- la forma
- el tamaño
- la orientación
- el valor (variación de claro a oscuro)
- el grano (grosor de la trama) y
- el color
Para determinar cuales de estos factores pueden ser manipulados para expresar información numérica, es necesario tomar en cuenta la forma en que responden a las siguientes características:
- asociatividad (capacidad de ser identificado con figuras semejantes en distintas posiciones, en medio de otras figuras no semejantes)
- diferencia (facilidad para ser distinguido de otras figuras)
- ordenabilidad (aptitud para representar una serie ordenada o una secuencia lógica)
- variabilidad cuantitativa (aptitud para representar adecuadamente cantidades diferenciadas).
La aptitud de los factores gráficos para cumplir con estas características se exhibe en la siguiente tabla:
Este cuadro muestra claramente que sólo la variación de tamaño es cuantitativa.
La orientación y la forma sólo son diferenciales en el caso de figuras reducidas, no cuando cubren zonas extensas. (Por principio la orientación y la forma son únicos en los histogramas. En los gráficos de curvas, sólo es una línea, de orientación variable en función de los datos).
Las variaciones de valor y grano permiten la diferenciación y también la presentación de un conjunto ordenado.
Sólo la variación de forma cumple completamente con el principio de asociatividad, aunque el grano y el color pueden -en algunos casos (cuando hay pocas figuras por comparar)- también ser utilizados.
El valor y el tamaño no pueden ser utilizados para asegurar asociaciones.
Si bien la variación de tamaño es la única adecuada para mostrar las variaciones cuantitativas, en muchos casos no permite apreciar correctamente pequeñas diferencias, cuando se observa globalmente un gráfico. Es posible medir una diferencia de 1 mm. (utilizando una regla) entre dos barras distanciadas de un gráfico -que puede ser tan importante como representar 1000 personas- pero dicha diferencia no aparecerá a primera vista si las dos barras no están pegadas la una a la otra. Se podrá eventualmente modificar la escala del gráfico para aumentar la diferencia, pero ello no es siempre posible. Es una de las razones que obligan a adjuntar a los gráficos las tablas con las cifras exactas (cifras que no deben colocarse dentro del gráfico).