Contemplar el rostro de un bebé puede hacer mucho más que sólo enternecer o despertar el instinto maternal. Según una investigación de la Universidad Wilhelm de Munster, en Alemania, sus caras interpelan el centro de gratificación del cerebro femenino y desencadenan sentimientos de felicidad. (Noticia El Mercurio, 4-06-2009)
Es probable que algo parecido ocurra con la foto de un enfermo o un accidentado, llamando a la preocupación y el cuidado. Le exhibición de accidentados es generalmente autocensurada en los medios de comunicación, no solo tanto para preservar su identidad como para evitar la impresión que pueden producir (sobretodo en sus familiares, en caso de que los viesen).
Por otra parte, hay otro tipo de imágenes que influyen en otras zonas cerebrales: las que apelan al erotismo, principalmente explotadas por la pornografía.
Jennifer López