El símbolo es esencialmente la representación de una noción intelectual o espriritual por mediante forma que la expresa, por una imagen gráfica o verbal. Es un objeto concebido por el hombre que ofrece a los ojos o a la mente la apariencia de algo que existe solamente en ésta (en la mente) . (Prieur, "Les symboles universels", p7).
"Entre el mundo de las ideas y el de las cosas ocupa un lugar equidistante el mundo -siempre bello y atractivo- de los símbolos. El simbolismo -tan antiguo y diverso como la vida misma- supone la facultad del hombre para ver en el cosmos, en las creencias y en los conceptos, en las relaciones humanas, en los seres animados y en las cosas, un contenido espiritual.
Es el de los símbolos un juego del espíritu al que la humanidad se ha entregado desde los tiempos más remotos, al crear representaciones de las ideas, de los seres y de los objetos que, luego, le sirven para explicarse el mundo circundante. Así, desde los mitos más lejanos a nuestros dias." (J.A.Perez-Rioja, "Diccionario de símbolos y mitos",p.9)
"En Egipto alcanzó ya gran difusión el símbolo. Simbólica era, por ejemplo, la escritura jeroglífica, que expresaba ideas concretas por medio de signos convencionales; simbólicas eran, asimismo, numerosas representaciones plásticas.
En las religiones semíticas -la caldeoasiria, la fenicia, etc.- se encuentra también un predominio evidente de valores simbólicos.
Entre los griegos, los fenómenos de la naturaleza fueron personificados por medio de seres invisibles. Todas las divinidades del paganismo helénico -adoptadas o transformadas luego por los romanos- son símbolos que se ocultan bajo cada mito. Por otra parte, muchos mitos greco-latinos pasarán, más tarde, al simbolismo cristiano.
Si la mitología y las antiguas religiones nacieron de símbolos, también la Biblia está impregnada de simbolismo: el arco iris es la alianza de paz entre Dios y los hombres; la manzana es el pecado; el mal es la serpiente...
La liturgia y el arte cristiano están igualmente plagados de simbolismo. Si el simbolismo encuentra su explicación en la naturaleza del hombre -que de lo sensible se eleva a lo espiritual-, la Iglesia había de servirse de aquél para instruir a los fieles en los misterios de la religión. La cristiandad oriental había recibido también una extensa herencia simbólica. Los Padres de la Iglesia, en su mayoría, abundan en interpretaciones simbólicas.
En la Edad Media, el simbolismo es la clave de la teología, de la filosofía, de la mística, de la poesía. Es el órgano rector del pensamiento. (...)
El Renacimiento sigue interesándose también por el simbolismo, aunque con un sentido más individualista y un matiz profano, impregnado no pocas veces de retoricismo literario.
Ha venido, más tarde, el "Siglo de las Luces", y tras él, el maquinismo y el predominio absorbente de la técnica cómo portadores de la nueva era atómica. (...)
Afortunadamente se procede hoy, sin embargo, a la revalorización de los mitos. Las mentes más auténticas se inclinan ante la fecunda transformación de la realidad que es el mito. La Historia, además, irrumpe en los mitos y en ellos se purifica e incluso satisface su incontenible afán de permanencia. Cuando los símbolos parecían ya arrumbados para siempre, Arrington rompe una lanza asegurando que la «materia es un puro símbolo». Desde hace algunos años, el psicoanálisis ha contribuido también a poner en circulación palabras como imagen,símbolo y simbolismo, que pertenecen hoy al lenguaje corriente." (ibidem, pp.12-13)
Lejos de ser curiosidades arqueológicas, los símbolos están presente por todas partes en el mundo moderno. Pareciera que nos asedian, sin que nos damos cuenta: están en las banderas, en el papel moneda, en las estampillas, en los monumentos, en los emblemas de las ciudades y hasta en la política y la publicidad (Abajo: las "alianzas", símbolo de matrimonio, como argumento publicitario).
Bibliografía
J.A.Perez-Rioja, "Diccionario de símbolos y mitos", Madrid: Tecnos, 1984.
J.Prieur, "Les symboles universels", Paris: Lanore, 1982.